Las últimas tendencias mundiales en la producción de alimentos muestran que la salud, la ética sobre la trazabilidad de los bienes para consumo y la sostenibilidad en la producción, así como la transformación digital al servicio del consumidor son los pilares de la nueva agroindustria alimentaria, según SIAL Insights.
En la reciente Feria Internacional de la Alimentación de París 2022 –SIAL, por sus siglas en francés– se divulgó un estudio acerca de la seguridad alimentaria, las tendencias agroalimentarias tanto en la producción como en el consumo de alimentos y las últimas innovaciones en la industria agroalimentaria.
El informe de SIAL Insights, desarrollado en colaboración con las agencias especializadas de consultoría Kantar, ProtéinesXTC y NPD, ofrece las claves necesarias para abordar los desafíos que enfrenta la industria alimentaria en el futuro.
SIAL Insights es un laboratorio de investigación y un organismo de seguimiento del comportamiento del consumidor, incluyendo su tipología, psicología y preferencias, además de monitorear las tendencias en la industria agroalimentaria a nivel internacional.
La atención priomordial del sector alimentario se centra actualmente en aspectos claves como la preocupación por la salud del consumidor, la ética y la sostenibilidad ambiental. Este enfoque se traduce en la implementación de sistemas de trazabilidad de los alimentos, la búsqueda constante de la satisfacción del cliente y la adopción progresiva de la transformación digital. Sin duda, estas tendencias emergentes guiarán el curso de las innovaciones y emprendimientos, dando forma a la redefinición del sector alimentario en las próximas décadas.
Los múltiples factores que influirán en las cadenas productivas, abarcando desde la agricultura y la ganadería hasta el comercio, el procesamiento industrial, el mercadeo y la restauración, se orientarán hacia las demandas y preferencias del consumidor contemporáneo.
En última instancia, será el consumidor quien determine qué, cómo, dónde y cuándo se producirán los alimentos, y de qué manera se competirá con calidad y valores agregados en los mercados internacionales de productos de primera necesidad, en un contexto que cambia constantemente.
El estudio, dividido en tres partes, se centra en las expectativas de los consumidores, el panorama mundial de las innovaciones y el análisis de las tendencias en la restauración fuera del hogar.
Alimentación regenerativa
El análisis evidencia que comer se convierte en una declaración: los consumidores buscan ser más cívicos, comprometidos y preocupados con el medio ambiente, priorizando la calidad sobre la cantidad de alimentos y nutrientes. La crisis de la covid-19 ha actuado como catalizador de esta tendencia alimentaira, alterando numerosos hábitos de vida tanto humanos como animales.
Los conceptos y principios de sustentabilidad y regeneración de los ecosistemas están siendo cada vez más aplicados en la industria, los servicios y la producción rural. Estos elementos forman parte integral de la rigurosa trazabilidad que aquéllos involucrados en las cadenas agroalimentarias, gourmet e industrial deberán abordar con una mayor responsabilidad de ahora en adelante.
Un buen vino espumoso, una carne magra y sostenible, una barra de chocolate de calidad, una prenda de algodón orgánico o un hermoso ramo de flores, por mencionar solo algunos productos, deberán contar con certificaciones que garanticen su producción y procesamiento en entornos adaptados al cambio climático, al bienestar animal, a la gobernanza de cero deforestación y a la nueva cultura de protección de los recursos naturales. De lo contrario, no podrán competir en el exigente mercado de consumidores que no «tragan entero» y valoran productos provenientes de prácticas agroecológicas y sostenibles.
Las experiencias aplicadas en algunas granjas y hatos confirman que se está creando conciencia sobre la producción limpia de alimentos, el uso de energías renovables y la elaboración de productos nutricionales funcionales, lo que define las tendencias de la nueva agroindustria alimentaria.
La entrada en vigor de nuevas normativas en la Unión Europea, relacionadas con la importación de alimentos y materias primas de origen agropecuario, que certifiquen una cultura sostenible en todos los procesos de trazabilidad y producidos en entornos libres de deforestación, está generando una mayor demanda de transparencia en la inocuidad y calidad de los alimentos destinados al consumo humano.
El estudio de SIAL Insights ofrece una comprensión más profunda del debate en torno a una industria alimentaria en transición. Este sector se enfoca cada vez más en la producción de alimentos de calidad, accesibles para un consumidor que también está experimentando cambios. A su vez, el consumidor espera que tanto el sector agroindustrial como el de restaurantes impulsen y respalden una transición que beneficie a todos los actores involucrados.
Alimentación casera con productos locales
Los expertos afirman que, desde 2020, la pandemia ha provocado cambios significativos en nuestras vidas, formas de trabajo, interacciones y movilidad, y la alimentación no ha sido una excepción. Las medidas de confinamiento han llevado a que las personas coman en casa con mayor frecuencia.
La pandemia no solo amplificó, sino que también aceleró algunos cambios de comportamiento que ya estaban en aumento, como el consumo de comida casera, el uso del comercio electrónico y las entregas a domicilio. Sin embargo, no alteró la dirección ni la tendencia de la transición alimentaria; por el contrario, la reforzó.
Las principales tendencias de consumo comenzaron a emerger hace dos años y ahora están firmemente establecidas. Estos cambios están ocurriendo a diferentes velocidades y con diferentes intensidades en función de las diferencias culturales y económicas entre países. La salud, la ética, la satisfacción y la transformación digital al servicio del cliente son las principales tendencias que están definiendo la transición alimentaria.
Salud, prioridad del consumidor
La salud se está emergiendo como un factor decisivo para los consumidores, según señala SIAL Insights. En su informe, se destaca que el 71 % de los consumidores ha modificado su dieta con el objetivo de mejorar su salud.
La investigación también reveló que el 67 % de las personas ahora sigue una dieta más saludable, y el 37 % de los consumidores están prestando más atención a los ingredientes con el fin de proteger su salud.
El 72 % de los encuestados prefiere comprar productos libres de aditivos artificiales, como colorantes o conservantes. En respuesta a estas preferencias de los consumidores, la industria alimentaria ha modificado la composición de los productos o ajustado los ingredientes. Además, se han puesto a disposición productos provenientes de animales a los que no se les ha administrado antibióticos de manera rutinaria.
Los esfuerzos de la industria alimentaria han sido reconocidos por el consumidor actual. Un 22 % de los consumidores afirma que las empresas han tenido éxito en garantizar la seguridad de los productos. En comparación con una encuesta similar realizada en 2020, se observa un aumento de dos puntos porcentuales en este aspecto de confiabilidad.
Máyor responsabilidad
Después del cuidado y preservación de una buena la salud, los cambios en los patrones de alimentación de los consumidores continúan siendo impulsados por la priorización del consumo de alimentos locales y frescos (48 %), la mayor atención a los ingredientes (37 %) y el respeto al medioambiente (36 %).
En Estados Unidos, anteriormente rezagado en compromisos medioambientales junto con el Reino Unido, se está acelerando el cambio de los consumidores en relación con la salud y las dietas, así como la atención a los ingredientes. Se destaca la amplia distribución de aplicaciones de escaneo de alimentos a principios de 2022.
Esta tendencia de consumo ha motivado a la industria agroalimentaria a enfocarse en la «salud» de los ecosistemas y la biodiversidad, mediante prácticas más sostenibles en la producción agrícola y ganadera, la implementación de procesos mejorados (tecnificación) en la poscosecha, la adopción de sistemas de transporte más eficientes y la mejora en la calidad de los empaques, además de la reducción de envases de plástico no contaminante.
Cabe destacar que estas preocupaciones se están extendiendo a zonas que eran antes reticentes a modificar su comportamiento, como Asia y Oriente Medio, donde cada vez más personas empiezan a interesarse por productos sanos, sostenibles, ecológicos o locales.
El aumento del consumo responsable se está estabilizando en Europa, lo que demuestra que la gente se ha vuelto más consciente y que la oferta del mercado se ajusta a las expectativas. A nivel global, la proporción de innovaciones éticas y eco responsables ha aumentado del 2,5 % al 7,9 % en los últimos cinco años.
Primero el cliente interno
La responsabilidad social empresarial (RSE), que ha migrado al concepto de sostenibilidad, es otro factor fundamental. Una etiqueta o un nombre elegante ya no son suficientes para garantizar que el producto que llega a su plato no tiene una huella de carbono excesiva.
La procedencia y el proceso de procesamiento y transporte de los alimentos son temas que despiertan interés en las personas. La ética y la responsabilidad están adquiriendo una complejidad creciente. Se está volviendo cada vez más común la consideración de los impactos ambientales, como lo indican eslóganes «del pasto al plato» o «del campo a la mesa».
Estos temas son y seguirán siendo determinantes en las elecciones de los consumidores, y requerirán más de pruebas claras y tangibles, de que se han tomado medidas reales, pero sin que se aumente la factura de los alimentos.
Nutrición funcional y ética
El disfrute es ahora una de las principales tendencias en la industria alimentaria mundial. La conexión fundamental entre la comida y las emociones sigue siendo un factor central cuando se trata de la apreciación de los alimentos. Según datos de Kantar, el 71 % de los encuestados tienen la expectativa de que la comida les brinde disfrute.
Los consumidores ya no quieren elegir entre el disfrute y la salud, o el disfrute y la ética. Por lo tanto, la provisión de alimentos que sean tanto ‘deliciosos’ como ‘éticos’ plantea un desafío para el sector alimentario, especialmente considerando el factor de la asequibilidad, dado el constante aumento del costo de vida observado en la pospandemia.
Muchos consumidores, según su capacidad económica y su estatus de vida, estarían dispuestos a pagar un precio más alto por platos de alta calidad o por tener una experiencia excepcional fuera de casa.
En este sentido, la relación calidad-precio juega un papel importante en la determinación de la satisfacción del cliente, que no necesariamente significa obtener algo al precio más bajo.
En los estudios de la tipología del consumidor y la forma como espera que sea atendido (servido), la tecnología digital sigue desempeñando un papel muy importante en todos los aspectos de la relación de los consumidores con los alimentos, según SIAL Insights.
Adopción digital
La adopcion de tecnologías digitales es otra de las tendencias alimentarias que se aceleró con la pandemia mundial. Esta requirió que los clientes se confinaran en casa, en muchos casos acompañados de sus mascotas. Por ello, optaron por utilizar plataformas de compras en línea para obtener productos esenciales para el hogar, como alimentos, medicamentos, artículos de aseo, tecnología, herramientas de trabajo, entretenimiento, y también para sus animales de compañía.
La tecnología digital ha permitido a los consumidores realizar compras de manera segura y mantener la distancia social, especialmente a través de servicios digitales como compras en línea y hacer clic y recolectar en tienda.
Estas ventajas han ganado popularidad, incluso en mercados más maduros como Asia, que es líder en todas las categorías. En 2022, Asia representó el 45 % de las ventas totales en línea de productos de consumo, casi el doble de las cifras de Estados Unidos y Europa occidental.
En los países occidentales, los servicios innovadores como las cajas de suscripción y los kits de comida, además de la mejora de la accesibilidad, han ayudado a que las plataformas de compras en línea sigan siendo populares, según el informe de SIAL.
La economía digital continúa siendo altamente preferida por los consumidores. Un estudio de Kantar reveló que el sector ha permanecido en su mayor parte intacto durante la pandemia. Comparando 2021 con 2020, se observó un incremento de 2,1 % en el crecimiento general del mercado mundial de alimentos. Así mismo, se registró un aumento del 15,8 % en el comercio electrónico global de productos alimenticios durante el mismo período.
Además, un número cada vez mayor de consumidores (40 %) utiliza plataformas de comercio en línea. Este segmento del mercado tambiéa usa estas plataformas con mayor frecuencia, diez veces o más al año. A diferencia de 2019, el 31,6% de los encuestados utilizó el comercio electrónico al menos siete veces al año.
China y Corea del Sur han sido identificados como dos de los mayores usuarios del comercio electrónico, con tasas de uso del 88,8 % y el 87,1 %, respectivamente. En contraste, las tasas de uso en Europa Occidental rondan el 35 %.
Transparencia y trazabilidad
Los datos en línea permiten la transparencia y la trazabilidad de los procesos y de los productos para consumo. La mitad de los encuestados dijeron que buscan activamente información alimentaria en internet.
Las aplicaciones que analizan las etiquetas y códigos (barras, QR) de los alimentos se han vuelto populares entre los consumidores. Como resultado, la trazabilidad de los productos se ha convertido en un factor crucial al realizar una compra. Los clientes desean conocer de dónde proviene y cómo se produce lo que consumen.
En respuesta a esta demanda, las marcas y los minoristas han ajustado la información proporcionada en el empaque para incluir detalles sobre el suministro, origen y calidad de los ingredientes.
Hoy en día, las certificaciones de calidad, origen y sostenibilidad tienen mayor relevancia que los precios de los productos. El mercado de productos orgánicos, bebidas no azucaradas y alimentos funcionales está en alza y se prevé que su crecimiento supere los índices habituales.
En el futuro, se anticipa que los consumidores recibirán amplia información sobre la cadena de suministro y las condiciones de producción como puntos claves del mensaje del producto. Se prevé un aumento en la producción orgánica, con una mayor participación de granjeros pequeños y artesanos culinarios. Las últimas tendencias alimentarias están evolucionando para atender la creciente demanda de consumidores que prefieren alimentos naturales, recetas más ligeras y dietas funcionales.
Colaboración periodística:
Alejandro Vargas
París, Francia