Diseñado por el paisajista Tom Massey y el arquitecto Je Ahn, en colaboración con Microsoft, el Jardín Inteligente de Avanade, ganador de la medalla de oro y premio a la mejor construcción en la exhibición floral de RHS Chelsea 2025, es el primero en incorporar inteligencia artificial (IA) como herramienta activa para la gestión y el mantenimiento del jardín.
El jardín cuenta con un asistente de inteligencia artificial que actúa como colaborador digital del equipo de jardinería, monitoreando en tiempo real las condiciones ambientales, como la humedad del suelo, el pH, la temperatura, la calidad del aire, el viento y las precipitaciones.
Los datos recopilados alimentan un modelo digital dinámico del jardín, capaz de identificar tendencias, rastrear cambios y predecir condiciones futuras, lo que permite una gestión más proactiva y eficiente de los recursos.
Tecnología digital verde
El jardín se presenta como un proyecto paisajístico que resalta el papel fundamental de los árboles en los entornos urbanos: purifican el aire, moderan las temperaturas, ofrecen refugio a la fauna urbana y contribuyen al bienestar emocional de las personas.

Sin embargo, los árboles en las ciudades enfrentan crecientes desafíos cada vez mayores debido al cambio climático y a la falta de cuidados sistemáticos. Estudios recienten indican que hasta un 30% muere durante su primer año de plantación y que más del 50% no sobrevive más allá de una década.
Ante ese panorama, el uso de inteligencia artificial aplicada al monitoreo de árboles y plantas ofrece perspectivas alentadoras. El jardín de Avanade no solo implementa esta tecnología, sino que invita al visitante a experimentarla mediante pantallas digitales ubicadas en la parte posterior del jardín, que muestran en tiempo real los datos recopilados por la IA.
Arquitectura orgánica
El paisajismo se ha desarrollado empleando materiales reciclados y reutilizados, demostrando que es posible crear jardines visualmente impactantes sin recurrir a recursos primarios. Este enfoque invita a repensar la jardinería como una práctica consciente, motivando a los visitantes a dar nueva vida a los materiales en sus propios espacios verdes.

El pabellón está construido con listones de madera de fresno, obtenidos de árboles talados por enfermedad y revestido con paneles de pulpa de madera impregnados con micelio —la estructura vegetativa de los hongos— , que desarrollan una textura natural y visualmente atractiva.
Estos materiales no solo reutilizan residuos orgánicos, sino que también se producen mediante procesos de bajo impacto ambiental, en plena sintonía con los principios de la economía circular.
Colaboración periodística:

Alejandro Vargas
Londres, Inglaterra
Fotografías:
Alba Rodríguez