Los huertos, la flora silvestre y los diseños eco-amigables sobresalen en la exhibición floral de Chelsea 2023. Se prioriza el uso de materiales de construcción locales con el fin de reducir la huella de carbono.
Con cerca de 170,000 visitantes, el Chelsea Flower Show de Londres resalta las últimas tendencias horticulturales en jardines de diseño: la integración de huertos, la incorporación de la flora silvestre y la adopción de diseños sostenibles que utilizan materiales locales para minimizar su impacto ambiental.
Organizado por la Royal Horticultural Society (RHS), la exhibición floral de Chelsea se erige como una plataforma global para fomentar la conciencia sobre la importancia de apoyar diversas causas benéficas y de adoptar medidas ante los desafíos globales que enfrenta la humanidad.
En la más reciente edición del festival floral, se exhibieron: 12 jardines de exhibición (Show Gardens), diseñados para impresionar e inspirar; siete jardines santuario (Santuary Gardens), espacios tranquilos para la contemplación y la reflexión; cuatro jardines en balcones (Balcony Gardens), demostrando ingeniosidad en espacios reducidos; cinco jardines en materas (Container Gardens), destacando la versatilidad de los recipientes; seis jardines todo acerca de las plantas (All About Plants Gardens), centrándose en la flora de manera integral; y dos jardines destacados (Feature Gardens).
Jardines sostenibles y silvestres
Los principales enfoques de la feria floral de este año se orientaron hacia la sostenibilidad y el diseño de mínimo impacto ambiental. Los jardines de diseño en Chelsea se destacaron por el uso de materiales locales u orgánicos, así como por la inclusión de elementos recuperados de residuos de construcción.
Igualmente, los diseños de los jardines de exhibición incorporaron esquemas de plantación que fomentan la biodiversidad, la captura de la contaminación, el crecimiento de la flora silvestre y la tolerancia a la sequía. La inclusion de lo que se consideraba antes “maleza” y flores silvestres, desde zarzas y ortigas hasta diente de león y enredaderas, ocupó un lugar central en la “Avenida Principal” de la exhibición.
“The Royal Entomological Garden”, (El jardín de la Sociedad Real Entomológica), creado por Tom Massey, fue uno de los jardines que abrazó la tendencia de lo silvestre, una característica cada vez más prominente en los diseños contemporáneos presentes en el Chelsea Flower Show.
“Las plantas comúnmente consideradas ‘malas hierbas’ son algunos de los héroes anónimos del mundo de las plantas. [La maleza] puede ser fuente importante de alimento, no sólo para los polinizadores sino también para toda una gama de insectos que son esenciales para el buen mantenimiento de la salud, el vigor y la resiliencia de nuestros jardines”, asegura Massey.
Jardines de exhibición. Izquierda: The Royal Entomological Society Garden. Diseñador: Tom Massey; derecha: Horatio’s Garden. Diseñadores: Charlotte Harris & Hugo Butt.
Poder curativo de las plantas
Tras la crisis del COVID-19, el cuidado de nuestra salud mental ha cobrado una importancia sin precedentes. Se ha demostrado el impacto positivo que tiene pasar tiempo al aire libre en espacios verdes para mejorar nuestra salud emocional.
Esta tendencia sigue marcando la pauta en los jardines de exhibición de los últimos años. La exhibición floral de Chelsea resalta las múltiples formas en que la jardinería y los jardines pueden mejorar nuestro bienestar mental, emocional y físico.
“The Samaritans Listening Garden” (El jardín de escucha de los samaritanos) y “Cavernoma on my mind ” (Cavernoma en mi mente) son ejemplos destacados de jardines terapéuticos, concebidos para mitigar el estrés y la ansiedad, así como para elevar el estado de ánimo y la calidad de vida. Estos espacios buscan conectar los visitantes con los beneficios curativos de la naturaleza.
Jardines de exhibición. Izquierda: Cavernoma on My Mind. Diseñadores: Taina Suonio & Anne Hamilton; derecha: Samaritans’ Listening Garden. Diseñador: Darren Hawkes.
Cultivar tus propios alimentos
Factores como el costo de vida, la guerra en Ucrania y el cambio climático han provocado una escasez de frutas y verduras frescas en Europa, aumentando considerablemente los precios de estos productos. Según la RHS, esta escasez alimentaria ha motivado a más personas a cultivar sus propios alimentos.
La incorporación de huertos y plantas comestibles es una tendencia que también ha ganado fuerza en los jardines de diseño en Chelsea. Lechugas, tomates y fresas se exhibieron en materas o jardineras, mientras que plantas perennes comestibles como la alcachofa y el ruibarbo se mostraron como plantas ornamentales.
La tendencia de jardín huerto sobresale en Chelsea Flower Show
“The School Food Matters”, diseñado por Harry Holding, y “Savills Garden”, diseñado por Mark Gregory, son dos jardines de diseño que fusionan huertos con plantas perennes ornamentales. Esta tendencia hortícola en Chelsea busca embellecer los bordes del jardín y crear una experiencia sensorial que nos haga sentir como si estuviéramos recolectando alimentos en nuestro propio jardín.
Jardines de exhibición. Izquierda: The Savills Garden. Diseñador: Mark Gregory; derecha: The School Food Matters Garden. Diseñador: Harry Holding.
Jardines en balcones y materas
La categoría de jardines en balcón y en materas representan espacios idílicos diseñados para ambientes urbanos pequeños al aire libre. Estos jardines ejemplifican el impacto transformador de la jardinería incluso en áreas limitadas, agregando un toque de naturaleza al entorno urbano y brindando oportunidades para que la vida silvestre prospere.
Jardines en balcones y en macetas. (De izquierda a derecha y de arriba a abajo) Feels like home. Diseñador: Rosemary Coldstream. The Mary Anning Space to Learn Garden. Diseñadores: Julie & Andrew Haylock. The platform Garden. Diseñadores: Amelie Bouquet y Emilie Bausager. The Shifting Garden. Diseñador: Chelsea Gardener. The Doorstep Library Garden: Words Take you Places. Diseñadores: Gini Denison-Pender, Philippa Craddock y Anna Garner.
Colaboración periodística:
Alejandro Vargas
Londres
Fotografías:
Alba Rodríguez