En enero de 2023 se cumplieron 50 años de constitución de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores -Asocolflores-, un gremio que trabaja para la sostenibilidad del cultivo, la promoción mundial y la exportación de las flores cortadas, follajes y bouquetes a cerca de 100 países.
Asocolflores celebra cinco décadas de fortalecimiento de la floricultura de exportación y hoy se constituye en ejemplo mundial respecto de la construcción de una actividad agrícola productiva, inclusiva y sostenible. Las flores colombianas gozan de la mejor reputación mundial por su calidad, belleza y variedad de productos.
La floricultura colombiana, es una de las agroindustrias nacionales que aboga por la formalización laboral y el desarrollo integral de las comunidades en las zonas rurales.
Según Augusto Solano Mejía, presidente de Asocolflores, “desde hace 50 años, antes de que se comenzara a hablar de responsabilidad social en el panorama empresarial del país, de valor compartido y mucho menos de sostenibilidad, los productores y exportadores de flores fueron pioneros y líderes en interpretar las tres dimensiones que hoy implica la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, referentes al crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medioambiente”.
Asocolflores nació el 26 de enero de 1973 y desde entonces desarrolla y ha mantenido en el tiempo un gran número de programas y acciones con el objeto de generar para sus asociados y el país: desde lo económico, empleo y crecimiento; desde lo social, bienestar, inclusión y equidad; y desde lo medioambiental, relaciones respetuosas con el capital natural.
Los enormes y constantes aportes de Asocolflores a la floricultura y el agro del país han sido reconocidos en todo el mundo, no solo por la cantidad y calidad de tallos de flores que adornan y embellecen los principales lugares de la sociedad y las empresas, sino por su encomiable trabajo social y ambiental en favor de diversas comunidades que trabajan alrededor de esta próspera agroindustria.
En opinión de Solano Mejía, hay que destacar que, gracias a su constante acompañamiento a los exportadores nacionales, hoy Colombia es el segundo exportador de flores a nivel mundial, el primero en claveles y su marca “Flores de Colombia: diversidad que inspira” es reconocida en los más de 100 países a las que se exporta.
Gracias al trabajo serio y comprometido de Asocolflores y el acompañamiento a sus afiliados, actualmente la floricultura genera 200.000 empleos formales, directos e indirectos, de los cuales el 60 % lo ocupan mujeres, en su mayoría cabezas de familia, aportando así el 25 % del empleo formal rural femenino del país.
Las flores colombianas representan una de las principales fuentes de ingreso de divisas al país. En los últimos tres periodos, las exportaciones de tallos de flores, follajes y bouquetes han contribuido con más de USD 1.500 millones anuales, constituyéndose en uno de los subsectores del agro de mayor expansión internacional.
Además, “Asocolflores ha sido fundamental en la floricultura para anticipar los cambios que permanentemente exigen los diferentes mercados, identificar sus desafíos para convertirlos en oportunidades y crear un nuevo futuro al sector”, dijo Augusto Solano.
Por su trabajo Asocolflores es líder en el país en la creación de indicadores y datos que generen buenas prácticas a las condiciones fitosanitarias exigidas a nivel mundial, a la vez que aseguren la responsabilidad de los procesos de producción en las zonas rurales. Hoy sus esfuerzos por reducir la huella de carbono y contribuir a la lucha contra el cambio climático son invaluables.
Augusto Solano Mejía, presidente de Asocolflores, lidera la celebración de los primeros 50 años de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores, una organización que le apunta al futuro de esta agroindustria con optimismo, bajo el principio de hacer el bien, como una obligación económica, social y medioambiental, gracias al loable trabajo de sus afiliados y trabajadores, respaldados por la marca “Flowers of Colombia”. Foto: Asocolflores Colombia.
Finalmente, y no menos importante -señaló Solano Mejía-, ha sido el relacionamiento directo realizado con los principales protagonistas del sector a nivel mundial, la presencia en eventos de gran importancia para las relaciones económicas y culturales del país y representar su imagen a nivel internacional. Asocolflores tiene asiento en las juntas directivas, comités y summits de las principales asociaciones del sector a nivel mundial.
Por eso, hoy orgullosamente el sector floricultor celebra los 50 años de Asocolflores, una organización que le apunta al futuro con optimismo, desde su principio de hacer el bien como una obligación económica, social y medioambiental que ha transmitido con gran éxito a sus afiliados y a la marca “Flowers of Colombia”.
Durante la gran fiesta de San Valentín, regalar una flor, un bouquet, un arreglo floral, siempre ha sido, es y será la clara y más pura muestra de afecto hacia la persona que las recibe. Su poder casi mágico hace que las flores expresen mucho más que las palabras. Es por esto, que en manos de los seres humanos está mantener viva la tradición, ya sea para esta fecha y para cualquier otra ocasión, regalarlas será regalar siempre una parte del corazón.
San Valentín, una fecha históricamente marcada por las flores y el amor
Cada 14 de febrero se celebra en varios países del mundo con gran entusiasmo y alegría el Día de San Valentín, llamado en algunas naciones “El Día de los Enamorados”. Una fecha muy especial para muchos, donde se resalta la importancia del amor y en el que las flores son el regalo tradicional y símbolo principal para expresar afecto, respeto y consideración para los seres amados.
Pero ¿por qué son tan importantes las flores en San Valentín y se comparten de manera masiva y efusiva? Según Asocolflores, a fin de entender los orígenes de la celebración de esta fecha hay que remontarnos a tiempos del Imperio Romano.
Cuenta la historia que en el siglo III Valentín de Roma médico de profesión, decidió seguir ayudando a las personas desde la vida sacerdotal, así que su cambio de carrera se realizó bajo la aprobación del emperador Claudio II. Una vez declarado clérigo, Valentín empezó a estar en desacuerdo con el decreto del emperador en el que prohibió la celebración de cualquier clase de unión matrimonial, aludiendo que los hombres solteros y sin familia eran mejores soldados, ya que al tener menos ataduras y vínculos sentimentales su mente estaría más enfocada la batalla.
Así pues, Valentín decidió que el amor era una muestra necesaria y esencial en la vida humana y empezó a realizar bodas en secreto a las parejas de enamorados que acudían en su ayuda. Las ceremonias que Valentín celebraba se caracterizaban por un pequeño ramillete de la flor de almendro, símbolo de los enamorados de la época, que el sacerdote les regalaba a la pareja como símbolo de la unión de su amor. Así pues, este sacerdote se popularizó entre la gente como San Valentín el patrón de los enamorados o el “santo del Amor”.
Flor de almendro.
Años después, Valentín fue descubierto, arrestado y confinado en una mazmorra. El oficial encargado de su custodia lo retó a devolverle la vista a su hija Julia que había nacido ciega. El joven sacerdote en nombre de Dios devolvió la vista a la joven, con lo cual logró que el oficial y toda su familia se convirtieran al cristianismo. A pesar del milagro, Valentín siguió preso, y el 14 de febrero del año 269 fue lapidado y decapitado. La leyenda cuenta que Valentín, enamorado de Julia, envió una nota de despedida a la muchacha en la que firmaba: «De tu Valentín», de ahí la expresión anglosajona con la que se firman las cartas de amor: «From your Valentine».
No es en vano que las flores sean el regalo preferido por los enamorados en esta fecha. Su simbolismo y efecto positivo en las personas es la forma perfecta para que las parejas de todo el mundo se declaran su amor con flores.
Según Europapress, para 2022 en países como España, Francia y Bélgica, el 80 % de los regalos en San Valentín tuvieron como componente principal las flores. En Estados Unidos, se importaron más de 250 millones de flores procedentes de países como Colombia, Ecuador y Holanda, siendo junto a los chocolates el regalo por tradición para este día. Mientras que, en Latinoamérica según America Retail, en países como Chile, Ecuador, Puerto Rico, y Uruguay en los que se celebra esta fecha, los arreglos florales como bouquets son los que por tradición más se tienden a regalar.
Por eso, en San Valentín, el Día de los Enamorados, y en las fechas más importantes de su vida, regalemos flores.
“Dare to say it with Flowers, with Flowers of Colombia”
““Atrévete a decirlo con Flores, con Flores de Colombia”.