Los productores de arroz de Colombia han logrado avances significativos en modernización tecnológica y productividad con lo que garantizan la seguridad alimentaria. Sin embargo, no perciben voluntad de apoyo gubernamental en momentos de bajos precios como los actuales.

A pesar de múltiples reuniones entre el gobierno y los arroceros para enfrentar problemas de coyuntura en la comercialización, precios, almacenamiento y clima, hasta ahora no se han alcanzado decisiones concretas que dejen satisfechos a los productores del grano. Ahora tomaron la decisión de parar sus actividades y salir a la calle a protestar de manera pacífica hacia la búsqueda de mayor atención por parte del Gobierno nacional, que deberá tomar acciones concretas que les permita a los productores aliviar sus altos costos de producción y nivelar la rentabilidad de sus negocios.

Ante la entrada en paro de los arroceros, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, por intermedio de la viceministra de Asuntos Agropecuarios, Geidy Xiomara Ortega Trujillo (en la foto), se pronunció al respecto con el siguiente argumento: “Como parte del Gobierno Nacional, el Ministerio de Agricultura ha emprendido una ruta nacional y unas rutas territoriales para estar a la altura de los diálogos que se han tenido con todos los eslabones de la cadena del arroz”.

“Invitamos a los productores y productoras de arroz del Tolima, Huila y Meta que producen arroz mediante el sistema de riego a que se vinculen a la caracterización que en este momento se está realizando con el apoyo de las Secretarías de Agricultura de los municipios y de las gobernaciones respectivas”.
“Esperamos que con este instrumento podamos realmente activar apoyos para los productores y seguir apostándole a esta línea productiva tan importante para las regiones y para el país”.
Según la Federación Colombiana de Arroceros –Fedearroz–, las inversiones en infraestructura (plantas) de almacenamiento han sido esenciales para ofrecer un cereal de calidad, pero las decisiones del Gobierno de posponer el incentivo de almacenamiento impiden a los arroceros equilibrar la oferta y asegurar precios estables, con lo que se presentan distorsiones entre la producción y la distribución del cereal.

Los productores, representados por Fedearroz, afirman ser competitivos al punto de generar una oferta exportable, con rendimientos superiores a cinco toneladas por hectárea (alcanzando hasta nueve o más toneladas en regiones como Huila y la Meseta de Ibagué), gracias a la implementación de la tecnología AMTEC. Los propios productores argumentan que quienes hablan de una producción promedio de dos toneladas por hectárea parecen reflejar un desconocimiento del sector.





















