María del Pilar Pedreira González, quien representa los intereses de los palmicultores de las zonas Suroccidental, Oriental y Central de las zonas palmeras de Colombia, se constituye en la primera mujer que preside la junta directiva de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma -Fedepalma-, en Colombia.
María del Pilar Pedreira González, fue elegida para el período estatutario 2019-2020 en la junta directiva de Fedepalma. Sucede en esta posición a Luis Francisco Dangond Lacouture, quien la ejerció desde el año 2013.
La junta directiva al nombrarla, hizo un reconocimiento a su capacidad de convocatoria y liderazgo en la tarea de fortalecer la gestión gremial, a través de acciones focalizadas, alineadas a los objetivos estratégicos sectoriales y, desde luego, acorde con los requerimientos de los palmicultores colombianos, manifestó el presidente ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington, quien explicó que dentro del grupo agroempresarial al que pertenece María del Pilar Pedreira González, desarrolla la palmicultura, desde hace varias décadas, en tres zonas del país y su tarea se ha enfocado principalmente hacia la adopción de las mejores prácticas empresariales, la articulación de los eslabones de la cadena de valor de la palma de aceite y el bienestar de las comunidades rurales donde opera, especialmente en Tumaco, Nariño.
Así mismo, como vicepresidente de la junta directiva del gremio palmero fue nombrado Carlos José Murgas Dávila, empresario y directivo palmicultor que ha sido fiel al legado de su padre, el exministro de Agricultura Carlos Murgas Guerrero. Se ha caracterizado por su férrea defensa de la unidad gremial y la consolidación de las Alianzas Estratégicas Productivas en un entorno de inclusión y Responsabilidad Social Empresarial. Al desarrollar Murgas Dávila su actividad en las zonas Norte y Central y Pedreira González en las zonas Suroccidental, Central y Oriental, queda representado en la Mesa Directiva el país palmero en su totalidad.
Compromiso con la sostenibilidad.
En opinión de Fedepalma, la agroindustria debe trabajar para que Colombia y el mundo reconozcan a la palmicultura nacional como “única y diferenciada”, en virtud del carácter especial de su desarrollo y de su compromiso con la sostenibilidad. Producir sosteniblemente y contar con una certificación o reconocimiento que lo respalde se ha convertido en una condición fundamental para el negocio palmero, pues muy pronto será un requisito demandado por todos los mercados y la base del posicionamiento del aceite de palma colombiano. En este sentido, Jens Mesa asegura que “estamos avanzando en la apuesta del sector con el Programa de Aceite de Palma Sostenible de Colombia, iniciativa que busca articular actores para potenciar los recursos y dinamizar tanto la aplicación de las mejores prácticas de sostenibilidad como la demanda por el aceite de palma sostenible”. En el marco de esa iniciativa, los directivos de Fedepalma le están apuntando a múltiples acciones, dentro de las que se destaca el desarrollo de un Código de Conducta y de Buenas Prácticas de Sostenibilidad (BPS), que oriente las actuaciones de los palmicultores y que, con el liderazgo del gremio, el sector deberá acoger y garantizar su cumplimiento. “Sabemos que son muchos más los palmicultores que hacen las cosas de la mejor manera, pero el impacto de unos pocos que no actúan correctamente puede dar al traste con el esfuerzo de todo un sector. En el mediano plazo, quien no cumpla con unos estándares mínimos de sostenibilidad, en su integralidad social, ambiental y económica, verá comprometida su competitividad y su permanencia en el negocio. Estamos seguros de la trascendencia de este programa y de la importancia de que cuente con una alta credibilidad; por ello, es razonable avizorar que, en un horizonte no muy lejano, evolucione hacia una institucionalidad propia”, dijo Jens Mesa Dishington, al presentar a la doctora María del Pilar Pedreira González en su nueva función de presidir la junta directiva de Fedepalma.