En medios de la pandemia, los cultivos de las hierbas aromáticas, medicinales y condimentarias se han incrementado y han servido para aliviar la carga económica de muchas familias que buscan alternativas de negocios en pequeña escala. Sin embargo, en las grandes ciudades hay experiencia de agricultura vertical (familiar y urbana) que provee de alimentos las grandes comunidades.
Por Martha Rocío García Castañeda. Sc.*
Las flores y hojas frescas y secas de la manzanilla, dulce y camomila se usan como antiinflamatorio, fungicida y bactericida. Además, cura las afecciones gastrointestinales, respiratorias y nerviosas. Es ideal para cardiopatías de tipo nervioso por su efecto sedante.
El romero, la hierba de la memoria, rosmarino. Sus hojas y ocasionalmente tallo y flores son utilizados como antiséptico, antiespasmódico, diurético e hipotensor. También para el sistema digestivo: prevención de úlceras, estimula el apetito y las secreciones gástricas, en control de desórdenes digestivos y flatulencia. Combate los espasmos intestinales.
Diversas plantas y especies se cultivan para uso es salud natural en el sistema respiratorio, a fin de aliviar la tos y otras afecciones.
El uso de las hierbas aromáticas en la medicina es una tradición de generaciones que, según investigaciones realizadas con plantas medicinales han permitido comprobar científicamente su eficacia en el tratamiento de muchas dolencias y/o enfermedades.
La agroindustria de las hierbas ha logrado un fuerte impulso durante el transcurso de la pandemia del coronavirus. Hace honor a la tradicional “huerta casera” y es un aliciente para la agricultura urbana y familiar.
Centenares de familias en el mundo han incrementado el cultivo de diversas variedades de hierbas y arbustos con especialidades de sabores y fragancias aromáticas, condimentarias y medicinales, que se constituyen en una importante opción de agroindustria tanto para complemento alimentario como de protección y curación de la salud de los humanos y los animales.
Lo que comenzó como un pequeño mundo productivo mundial, que integra una cadena extensa de participantes e incluye a campesinos, técnicos agrícolas, amas de casa, ejecutivos de áreas urbanas y pequeñas asociaciones de productores o empresas que en limitadas áreas (generalmente espacios inutilizados) construyen infraestructuras “caseras” alrededor de esa microindustria; hoy se ha extendido hasta las grandes urbes en las que se observan enormes construcciones amparadas bajo el concepto moderno de “Agricultura vertical” (ver recuadro), desde donde se provee materia prima en abundancia para las cadenas de restaurantes, la industria cosmética, los laboratorios de fármacos y los productores de especies y condimentos, básicos en el hogar, la gastronomía y la industria alimentaria.
El principal país consumidor de estas hierbas es Estados Unidos, país que recurre a importaciones de Colombia, con el fin de cubrir su demanda interna.
El cultivo de plantas aromáticas y medicinales en Colombia se ha enfocado principalmente a las especies de uso aromático. Las especies de mayor comercialización en nuestro país son: caléndula, alcachofa, valeriana, diente de león, menta, manzanilla, romero y tomillo.
Colombia es uno de los principales países productores de aromáticas por características agroeconómicas, como su situación geográfica y cercanía con la línea ecuatorial; sus condiciones climáticas; opciones costeras para exportar y suficiente mano de obra de bajo costo.
En el país, los principales productores de hierbas aromáticas y condimentarias se encuentran en el altiplano cundiboyacense, Antioquia, Valle del Cauca, Cauca, Eje Cafetero y Nariño. Los países que compiten en ese sector productivo con Colombia son España, Marruecos e Israel, que tiene inmensos plantíos en el desierto bajo el sistema de invernadero climatizado con riego por goteo.
Perspectivas
La situación actual y las perspectivas de la producción de hierbas aromáticas prevén un crecimiento importante para los años pospandemia.
La Organización Mundial de la Salud –OMS– y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación –FAO–, han calculado que millones de personas en el mundo, utilizan las hierbas aromáticas en su alimentación y con fines medicinales para la prevención y curación de diferentes dolencias o enfermedades. Muchas de estas plantas se utilizan como materia prima para la elaboración de compuestos y sustancias de origen natural que poseen disímiles propiedades terapéuticas que hacen posible la producción de fármacos utilizados en la medicina homeopática, integrativa o alternativa y productos biológicos para tratamientos del cuerpo y uso externo.
Según expertos de la medicina alternativa como el oncólogo Abelardo Barbosa Sánchez, director del Centro Médico la Venus de Willendorf, en Villavicencio, quien además de ser médico general graduado en medicina ortodoxa posee varias especializaciones en medicina natural; en la actualidad se ha hecho necesario retornar a estas fuentes de producto natural y a sus esencias, con el fin de disminuir los efectos colaterales que generan muchos de los tratamientos médicos tradicionales o convencionales que requieren gran cantidad de medicamentos y uso de sustancias químicas.
Las investigaciones realizadas con plantas medicinales han permitido comprobar científicamente su eficacia en el tratamiento de muchas dolencias y/o enfermedades. Estas investigaciones se han desarrollado enormemente en la última década y sus resultados han avalado el uso de las hierbas aromáticas, de sus partes: raíz, tallo, hojas y/o flores, sus extractos, esencias o compuestos activos para el tratamiento de enfermedades no transmisibles como la diabetes e hipertensión y de muchas enfermedades transmisibles por sus propiedades antimicrobianas, relajantes y sedativas.
A esto se suma la demanda cada vez mayor de las industrias farmacéutica, alimenticia y cosmética por materias primas para la elaboración de sus productos para tratamientos integrados (químico-naturales). Económicamente la producción de hierbas aromáticas tiene una gran demanda por parte de los consumidores y fabricantes industriales, que buscan productos inocuos y producidos de manera sostenible.
Aunque es conocida y comprobada científicamente la amplia utilidad de las hierbas aromáticas, el consumo de bebidas calientes de aromáticas no debe ser excesivo ni manejado a la ligera, ya que algunas de esas hierbas podrían contener gran cantidad de sustancias, que dependiendo de quién las consume causarían efectos o contraindicaciones, dependiendo de su edad, condición del sistema inmune, y condiciones preexistentes, como sucede en el caso de personas alérgicas. En todos los casos, se recomienda tener control médico.
Características
Entre las principales características de las hierbas aromáticas podemos mencionar:
- Generan olores, sabores y colores, valiosos como condimentos alimenticios;
- Posee propiedades curativas y digestivas;
- Sirven como protección para algunas enfermedades y contribuyen a la nutrición del ser humano por las sustancias químicas que contienen, principalmente aminoácidos, antibióticos, prebióticos y probióticos;
- Son curativas y tonificantes, expiden fragancias características y su principal principio activo es un aceite esencial;
- Contienen sustancias químicas conocidas como principios activos.
*Bióloga y Química, Universidad del Tolima; Magister en Microbiología, Universidad de los Andes; Diplomada en Salud Pública y Epidemiología, Universidad INCCA; Diplomada en Administración en Salud, Universidad INCCA; Diplomada en Docencia Universitaria, Universidad ECCI, Diplomada en Estrategias Digitales de Aprendizaje, Secretaría Pública de México; y Diplomada en Gestión de Ambientes Virtuales de Aprendizaje, Secretaría Pública de México.