Durante los dos últimos años, en Colombia el crecimiento de 34 % en el número de empresas con licencia para la explotación de cannabis demuestra el auge de personas interesadas en el cultivo (se espera que este año culmine con cerca de 100 nuevas licencias o permisos para su producción y exportación).
Diferentes expertos farmacéuticos y agricultores colombianos consideran que, dentro de unos pocos años, la producción de cannabis medicinal va a ser mucho más grande que la de banano y aún que la de café. “Puede llegar a representar hasta cerca del 0,5% del producto interno bruto de la Nación”, afirma Gustavo Escobar, cofundador de una de las empresas líderes del mercado en Colombia.
Y no hay duda de que el potencial del cannabis, con grandes cualidades curativas, crece cada día más en diversos lugares del mundo. “Sin embargo, nuestro país tiene unas ventajas comparativas importantes, dice Escobar, quien considera que la localización geográfica (en la línea ecuatorial) permite el desarrollo de cultivos de tamaño y a escala importantes”.
Otro aspecto a destacar es la vocación agrícola y el desarrollo farmacéutico representativo del país, teniendo en cuenta que los costos de producción son relativamente bajos en comparación con otros sitios del mundo.