Un informe técnico, realizado por el programa Fomento al Consumo de Fedegán-FNG, revela cuáles son los países que consumen más o menos carne de res en el mundo y cuál es su actual esperanza de vida.
Por más que desde hace un tiempo se haya querido vender la idea que el consumo de carne de res trae aparejados ciertos males, la verdad es que hay poco fundamento científico en la mayor parte de las afirmaciones.
Generalmente esas narrativas son creadas y difundidas por grupos animalistas y veganos que desean imponer, con mentiras, sus filosofías y estilo de vida. Afortunadamente en la actualidad existen la ciencia y las cifras.
Recientemente, la BBC News (Londres) publicó un informe en donde expresó que hoy en día, la producción de carne “es casi cinco veces más alta que a principios de la década de los años 1960: que pasó de 70 millones de toneladas a más de 330 millones de toneladas en 2017”.
El portal añade que una de las razones de este aumento es que hay más personas para alimentar. “Durante ese período, la población mundial se duplicó. A principios de los años 1960 éramos alrededor de 3.000 millones de personas y hoy en día somos más de 7.600 millones”.
Las estadísticas de la OCDE
De acuerdo con las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Argentina es el país con mayor consumo anual de carne de res per cápita con 39,9 kilogramos y una esperanza de vida de 76 años (en promedio).
Le siguen Estados Unidos con 26,1 kilogramos de carne de res y 79 años de esperanza de vida; Brasil, 24,5 kilogramos y 75 años; e Israel, con 20,5 kilogramos y 83 años, respectivamente. ¿Cuál es la relación entre el consumo de proteína de res y la esperanza de vida?
En el informe de la OCDE se puede conocer que hay países que consumen carne de res de manera moderada y tienen una gran expectativa de vida. Eso sucede, por ejemplo, con Noruega. Su consumo per cápita es de 13,7 kilogramos y 83 años de esperanza de vida.
Hay otras naciones como Australia en donde sus habitantes consumen más carne de res (18,9 kilogramos per cápita) y tienen una expectativa de vida de 82 años en promedio (es necesario tener en cuenta que, a nivel general, la esperanza de vida es mayor para mujeres que para hombres).
En Colombia se consume el mismo promedio de carnes rojas que en la Unión Europea con 10,8 Kilogramos per cápita. La esperanza de vida para Colombia es de 74 años.
Menor consumo, menos vida
En el mismo informe de la OCDE se indica que los países que consumen menos carne de res también tienen una menor expectativa de vida. Por ejemplo, en India cada habitante consume en promedio 0,5 kilogramos de carne roja en el año. La esperanza de vida en este gran país es de 69 años.
Pero en Tailandia, donde su población come 1,3 kilos de carne de res anualmente, la expectativa de vida crece a 77 años. Lo mismo sucede en Indonesia, en donde consumen dos kilos anuales de carne roja y la esperanza de vida es de 71 años.
Se puede concluir, entonces, que el consumo de carne de res no está relacionado con una disminución de la esperanza de vida. Todo lo contrario. En los países donde comen más carnes rojas sus habitantes tienen mejores ingresos y viven más tiempo.
Son la alimentación y los hábitos saludables, asociados a diversos indicativos socioeconómicos, los factores que inciden directamente en la calidad de vida y la longevidad. El consejo, entonces, es no hacer caso de modas o falsos gurús y comer carne con la certeza de que estamos dándole al organismo uno de los alimentos más completos.
El documento de la BBC News
La BBC publicó un artículo intitulado “Qué países del mundo consumen más carne” en donde expresa que “mucha gente en Europa y América del Norte asegura que trata de reducir el consumo de carne. Pero, ¿está funcionando? Según las estadísticas, no”.
En el portal (www.bbc.com) se revelan datos recientes del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos que sugieren que el consumo de carne por cabeza en realidad aumentó en los últimos años.
“Aunque pensemos que la carne se está volviendo menos popular, el consumo en EE. UU. en 2018 estuvo cerca de su nivel más alto en décadas. Y algo similar pasa con el consumo de carne en la Unión Europea”, agrega el prestigioso medio de comunicación.
Al final, en el artículo expresa que una cantidad moderada de carne y de productos lácteos puede mejorar la salud de las personas, particularmente en países de bajos ingresos donde las dietas pueden carecer de variedad.