La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia –FNC– y la ONG Colombia Avanza de Partners of the Americas, se unen en el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil (junio 12), como parte de las acciones de responsabilidad social conjuntas que contribuyan a la prevención del trabajo de los infantes, gracias al acuerdo firmado el pasado 28 de diciembre de 2018.
Peligroso y perjudicial
El trabajo infantil suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Es decir, se alude al trabajo que: Es peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño.
Interfiere con su escolarización puesto que: les priva de la posibilidad de asistir a clases; les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o les exige combinar el estudio con un trabajo pesado y que consume mucho tiempo.
La caficultura colombiana es esencialmente familiar, por lo que no todas las actividades que realicen los menores de edad pueden ser calificadas como trabajo infantil, sin embargo, la premisa es que los niños, niñas y adolescentes puedan desarrollar sus habilidades y potencialidades.
La FNC y Colombia Avanza se unieron en este convenio con el objetivo de lograr un entendimiento de la comunidad respecto a la participación de los menores de edad en el desarrollo de la caficultura, así como prevenir y erradicar el trabajo peligroso y forzoso infantil.
Es importante destacar que las familias campesinas o comunidades indígenas realizan de manera constante procesos de transferencia de saberes en los cuales participan sus hijos. Los niños, niñas y adolescentes deben realizar este aprendizaje en el marco de entornos familiares protegidos, donde no se expongan a actividades peligrosas que puedan afectarlos físicamente o que puedan afectar su desarrollo integral.
Es así como la participación de los niños, niñas y adolescentes en la agricultura del café puede estar inscrita dentro de una perspectiva cultural en un marco de formación que transmita valores y que se realice en condiciones que garanticen su protección y la identidad rural para que ellos aprendan y amen la caficultura.
La FNC hace énfasis en que participar en las actividades cafeteras no es malo desde que haya una transferencia de conocimiento y valores de los adultos a los niños, niñas y adolescentes, esto es diferente al trabajo infantil, ya que la participación de los menores de edad debe estar enfocada hacia el aprendizaje, el juego y el amor por la cultura cafetera, promoviendo la salud y el bienestar general de nuestros futuros cafeteros.